En 1985 el psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard, Howard Gardner deseaba dejar atrás la concepción que se había tenido hasta entonces de la inteligencia, para esto presento la teoría de las "Inteligencias Múltiples".
Esta teoría propone que no existe una inteligencia absoluta sino más bien es un conjunto de habilidades, talentos y capacidades mentales que todas las personas poseemos en distinto nivel de desarrollo.
Hasta el momento Howard, y su equipo de la universidad, han identificado ocho tipos diferentes de inteligencia:
1. Inteligencia Lógico-Matemática: capacidad de
entender las relaciones abstractas. La que utilizamos para resolver
problemas de lógica y matemáticas. Es la inteligencia que tienen los
científicos. Corresponde con lo que nuestra cultura ha considerado siempre como la única
inteligencia.
2. Inteligencia Lingüística: apacidad de entender y utilizar el propio idioma. La que tienen los escritores, los poetas, los buenos redactores.
3. Inteligencia Espacial: capacidad de percibir la
colocación de los cuerpos en el espacio y de orientarse. Consiste en
formar un modelo mental del mundo en tres dimensiones, es la
inteligencia que tienen los marineros, los ingenieros, los cirujanos,
los escultores, los arquitectos o los decoradores.
4. Inteligencia Corporal-Kinestésica: capacidad de percibir y reproducir el movimiento. Capacidad de utilizar el propio cuerpo para realizar actividades o resolver problemas. Es la inteligencia de los deportistas, los artesanos, los cirujanos y los bailarines.
5. Inteligencia Musical: capacidad de percibir y reproducir la música. Es la de los cantantes, compositores, músicos, bailarines.
6. Inteligencia Intrapersonal: capacidad de entenderse a sí mismo y controlarse. Autoestima, autoconfianza y control emocional.
7. Inteligencia Interpersonal: capacidad de ponerse en
el lugar del otro y saber tratarlo. Nos sirve para mejorar la relación
con los otros (habilidades sociales y empatía). La solemos encontrar en los buenos vendedores, políticos,
profesores o terapeutas.
8. Inteligencia Naturalista: capacidad de observar y estudiar la naturaleza, con el motivo de saber organizar, clasificar y ordenar. Es la que demuestran los biólogos, los naturalistas, los ecologistas.
Con esta teoría en mente y como parte de mis actividades de evaluación del curso propedéutico de la UnADM, intento identificar mis fortalezas y debilidades con los siguientes ejercicios.
I. Cuestionario: Teoría de las Inteligencias
múltiples.
¿Cuáles inteligencias reconoces en ti? Lingüística,
lógico-matemática, espacial (no tan desarrollada), corporal-cinestésica,
interpersonal e intrapersonal, quizás estas últimas no tan desarrolladas como
quisiera.
¿Piensas que la tecnología puede ayudarte a desarrollarlas? Creo que quizá con la
aplicación de algunos ejercicios específicos podría ser de utilidad para la
lingüística y la matemática. Sin embargo, creo que para el resto, las que a mí
propio parecer tengo menos desarrolladas, podría ser un apoyo pero no de una
manera íntegra o universal.
¿Qué inteligencia te parece más importante para el futuro de un
estudiante en la modalidad a distancia? La intrapersonal, ya que pienso que en la
medida en que nos conozcamos a nosotros mismos, podremos identificar las carencias
o fortalezas que tengamos lo que nos ayudara a establecer técnicas y
estrategias de estudio más eficaces.
¿Qué aspectos retomas de las sugerencias del Perfil cognitivo? A pesar de ser una teoría
subjetiva, creo que el hecho de comprender y aceptar que somos diferentes en
nuestra manera de aprender, puede ser clave al momento de plantearnos
estrategias que nos lleven, o no, a un aprendizaje autónomo.
II. Elabora un organizador gráfico identificando tus fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas en el desarrollo académico en el ambiente
virtual con aprendizaje autogestivo.
III. Cronograma y reflexión en donde expongas que actividades detectaste impiden cumplir con tus
compromisos académicos
El
hecho de realizar un cronograma con mis actividades diarias, pensando en las 24
horas del día, me ha hecho poner más atención y reflexionar en la manera en que
estoy invirtiendo mi tiempo. Creo que paso demasiado tiempo en mi centro de
trabajo y en mi hogar, pero no estoy del todo segura que eso garantice tiempo
suficiente y de calidad para estudiar.
Mi
trabajo es hasta cierto punto sencillo: elaboro reportes, contesto mails, contacto clientes y proveedores, y
tengo algo de tiempo que puedo dedicar de manera un poco más personal, sin embargo,
sí existen días en los que la carga de trabajo se incrementa por algún evento
especial o porque el universo me odia. Estas cargas inesperadas de trabajo le
dan “en toditita la torre” a los tiempos destinados a estudios y aunque estoy
tratando de delegar o buscar apoyo con mis actividades con un compañero de
trabajo, este aún se encuentra en una etapa de acoplamiento.
Ahora
bien, mi vida personal no es demasiado emocionante ya que prácticamente cada
fin de semana lo paso en casa con mi familia, sin embargo, las relaciones
personales que he establecido en algún otro momento de mi vida se hacen
presentes algunas ocasiones para hacerme la cordial invitación a algún evento.
Estos eventos inesperados restan horas a mi plan de estudio, no solo por un día
sino muchas veces dos días y aunque estoy intentando mitigar el impacto que
representan no estoy considerando dejar de salir con mis amigos o con mi
familia, pero creo que puedo empezar a elegir aquellas a las que realmente me
interesa ir o ver que actividades “de fin de semana” pueden “esperar” otra
semana o quien me puede ayudar con ellas para no dejar de estudiar.
Si
organizamos nuestros tiempos y, sobre todo, si buscamos ayuda en nuestra
familia y compañeros, nuestros planes de estudio tienen menores posibilidades
de fracasar.